Nuevas lecturas de género

Desarmar jerarquías sin negar las diferencias es la invitación que la perspectiva de género propone a la gestión patrimonial. Romper con las exclusiones no es tarea simple. El mundo donde nos desenvolvemos enuncia lo femenino desde la mirada masculina.

Los usos del lenguaje reproducen un binarismo jerarquizado en ámbitos sexuados y también en otras oposiciones culturales: masculino vs. femenino alta cultura vs. cultura popular; arte vs. artesanía; escritura vs. oralidad.

Los estudios de género no se refieren exclusivamente a "ámbitos de la mujer". Por ejemplo, la revisión histórica de las mujeres debe motivar un replanteamiento de la historia en general. Información sobre las mujeres es necesariamente información sobre los hombres.

Permiten reconocer la eclosión de identidades presentes en nuestro país. El género se cruza con otras diferencias socioculturales que poseen sus memorias y patrimonios singulares e híbridos. La adopción del enfoque de género abre muchos ámbitos de acción política y académica.

Asumir, en diversidad y tolerancia, todas las identidades que se integran en nuestra sociedad es el objetivo. Ya que ser hombre y mujer implica muchas formas de habitar el mundo y desarrollarse en él.

La tarea es recuperar y comprender los recursos patrimoniales a partir de nuevas lecturas, visibilizando discursos marginados y problematizando la representación y representatividad de mujeres y hombres en la historia, la ciencia y el arte.