Subdirección Pueblos Originarios
ASÁT’AP 2017: Mujeres creadoras y recreadoras de su cultura y su territorio
Tejedoras de distintos pueblos indígenas y afrodescendientes participan de encuentro Asát´ap 2017, todas entrelanzan memorias en torno al arte textil.
Durante esta versión del encuentro dedicado a tejedoras de distintos pueblos indígenas y afrodescendendientes, mujeres se reunieron a compartir experiencias, saberes, y por sobretodo, para hacer redes. Esta matriz creativa del tejido las vinculó desde sus propias memorias textiles: cada tejedora recuerda desde dónde aprendió este oficio, algunas de sus madres, otras de sus abuelas, vecinas, o aprendieron por sí mismas desde sus intuiciones y sueños. En cada experiencia está la riqueza del mundo textil desde cada visión y cosmovisión de sus pueblos, ellas son portadoras de un conocimiento que les pertenece a sus pueblos, son la memoria viva de un conocimiento transmitido de generación en generación.
El encuentro Reconocimiento ASÁT'AP 2017 se trató sobre las mujeres creadoras y recreadoras de su cultura, pues en cada tejido, urden y traman las memorias de su pueblo, de sus territorios y antepasados. De este modo, se construyó un gran telar de memorias transgeneracionales, donde las mujeres con mayor experiencia compartieron con las más jóvenes, reconociendo la potencia de su labor como tejedoras.
Todas comparten sueños en común: ser tejedoras para estar más unidas, que se valoren sus trabajos, que existan nuevas generaciones de tejedoras. Pero también manifestaron sus preocupaciones: que exista protección a sus conocimientos, poner fin a la violencia contra las mujeres. Es el machismo que muchas veces las oprime o las vulnera, no obstante, todas son ejemplo de empoderamiento. Luz Coña Curihuentro, tejedora de Curarrehue, comparte sus experiencias con las demás: "trato de masificar la vida de una tejedora que en el campo no solo es hilo y telar, sino es trabajar la huerta, salir al bosque, bañarse en un río", así vamos comprendiendo la complejidad del arte textil para cada pueblo: una tejedora no solo teje cosas visibles y tangibles, sino más bien, es ella la que se encarga de hacer comunidad, de velar por el cuidado del tejido social de sus pueblos.
Loreto Millalen afirma: "somos capaces de retomar lo que hicieron nuestras abuelas y abuelos. Para muchas personas acercarse a las fibras, al tejer es una decisión que tiene que ver con ese alimento, que es nuestra memoria ancestral. En nuestras creaciones textiles, están contenidos los conocimientos que se nos han transmitido de generación en generación". Por eso la importancia de la tejedora como portadora de memoria, donde se traman las hebras invisibles de la vida.
Cuando una de ellas hila, urde y trama son muchas otras las que están presentes junto a ellas. Todas son alimentadas con las aguas de sus territorios, con el regalo de nuestras abuelas y abuelos que les han legado estos conocimientos. El textil es manifestación de aquello, cada trama es alimento de sus memorias.
Reconocerlas es también poner atención a los complejos contextos en que ellas viven, donde sus creaciones textiles tienen un valor material pero también inmaterial, cada tejido o cestería es hecho por manos de mujeres que cuidan su entorno, que han asumido liderazgos para tejer la memoria vida de sus pueblos.
*El texto ocupado en esta nota se extrajo de la publicación "Voces Creadoras. Diálogos entre culturas indígenas y afrodescendientes" que corresponde a una iniciativa planificada y ejecutada en el ex CNCA por el Departamento de Pueblos Originarios, actual Subdirección de Pueblos Originarios del Servicio nacional del Patrimonio Cultural. Puedes encontrar la publicación en el siguiente link: